Una traducción a "Boulevard Des Capucines" de Étienne Daho

Étienne Daho es un compositor, cantante y actor nacido en Orán, Argelia. A continuación les dejo mi traducción a una de sus mejores canciones (para mi gusto) así como el video al final del texto. Cabe señalar que no se trata de una traducción literal al español, ya que en algunas estrofas cambié ciertas palabras para acomodar la rima, aunque no así la métrica. El sentido general de la canción se conserva.




Boulevard Des Capucines

Boulevard des Capucines,
ton nom qui tout là haut scintille
est le même que le mien.

C'est l'Olympia qui célèbre,
ton étoile qui là-haut s'élève
et je vis ton succès de loin.

Sur scène, tu es le centre,
la foule aimante vacille,
j'observe lorsque tu chantes,
que brillent les yeux des filles.

Je n'approcherai pas les loges,
où l'on te couvre d'amitié et d'éloges,
car la pudeur me le défend.

De loin tu sembles fort et grave,
plus que les garçons de ton âge,
comme lorsque tu étais enfant.

Rue Caumartin je te guette
et l'appréhension me vide,
tous ces regrets douloureux,
me rongent comme l'acide.

Je te demande par cette lettre mon garçon,
de m'accorder ton pardon.
Tu sais quelle connerie ma jeunesse,
mon silence, quelle erreur,
quelle perte de temps,
si je n'ai pas su te dire à temps,
que je pensais à toi, tout le temps,
mon guerrier, mon roi, mon petit prince.

Épris de femmes et de vie légère,
j'ai tant aimé, je suis sincère,
l'étreinte de la liberté.

Ni mari ni père et volage,
courant d'air et de passage,
sauras-tu me regarder,

mais tu ignores mes signes,
toi mon cruel funambule,
alors je crache ces lignes,
fracassé et somnambule.

Je te demande par cette lettre mon garçon,
de m'accorder ton pardon,
tu sais, quelle atrocité, cette guerre,
mon départ, quelle erreur,
quelle perte de temps,
si je n'ai pas su te dire à temps,
que tu m'as manqué tout le temps,
mon guerrier, mon roi, mon petit prince.

Mon petit prince, pardon.


Boulevard Des Capucines

Boulevard des Capucines,
tu apellido que en lo más alto titila
es el mismo que yo dejo.

Es El Olimpia que celebra
tu estrella que en lo más alto se eleva
y yo vi tu éxito de lejos.

Sobre el escenario, tú eres el centro
la multitud emocionada vibra,
cuando tú cantas yo observo,
que los ojos de las mozas brillan.

Yo no me acercaré a los camerinos,
donde te llenan de loores expresivos,
que el pudor me hace evitar.

Te ves con fuerza y sobriedad,
más que los chicos de tu edad,
como cuando eras un infante.

Rue Caumartin yo te espío
y la aprehensión me vacía,
todos esos remordimientos dolorosos,
me corroen como el ácido.

Yo te pido con esta carta mi garzón,
que me concedas tu perdón.
Tú sabes qué estúpida mi juventud,
mi silencio, qué error,
qué pérdida de tiempo,
si no supe decirte a tiempo,
que yo pensaba en ti, todo el tiempo,
mi guerrero, mi rey, mi principito.

Prendado de las damas y del brío ligero
amé tanto, soy sincero,
el abrazo de la libertad.

Ni marido ni padre, inconstante,
corriente de aire y de paso,
sabrás tú mirarme,

pero ignoras mis señales,
tú mi cruel equilibrista,
por eso escupo estos versos,
sonámbulo y hecho trizas.

Yo te pido en esta carta mi garzón,
que me concedas tu perdón,
tú sabes, qué atrocidad, esta guerra,
mi partida, qué error,
qué pérdida de tiempo,
si no supe decirte a tiempo,
que tú me faltaste todo el tiempo,
mi guerrero, mi rey, mi principito.

Mi principito, perdón.






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